La última sesión del grupo de trabajo la dedicamos a nuestras cajas más personales...
domingo, 13 de mayo de 2012
miércoles, 9 de mayo de 2012
La escritura de la ciudad II
La ciudad es uno de esos registros escriturales. Como
espacio organizado y habitado, responde a esa triple necesidad de crear un
medio técnicamente eficaz, de conquistar y asegurar un marco de referencia para
el sistema social y concretar la posibilidad y la realización de una puesta en
orden del universo circulante.
"Lugar antropológico" denomina Marc Augé7 a
esta construcción concreta y simbólica del espacio que no podría por sí sola
dar cuenta de las vicisitudes y de las contradicciones de la vida social, pero
a la cual se refieren todos aquellos a quienes ella les asigna un lugar por
modesto o humilde que sea. Y como lugar antropológico, la ciudad es una inmensa
escritura palimpséstica, lo cual nos permite enunciar al menos dos
consecuencias básicas para nuestro caso; en primer lugar, no hay
significaciones originarias que instauradas desde el momento de su realización,
doten y legitimen ya de sentido a los monumentos de la ciudad y que en el
devenir imperioso de la misma se vayan perdiendo lentamente. Las marcas
visibles del espacio ciudadano no cargan una significación primaria que poco a
poco se fuesen borrando. Verdaderas huellas caligráficas, esos lugares y espacios
reinscriben sobre su superficie el ejercicio de nuevas significaciones: hasta
el punto que cada elemento de la ciudad se constituye a partir de la huella de
los demás elementos-huellas que la configuran.
En segundo lugar, el "vaciado de sentido" de
la ciudad no es el efecto perverso del mundo contemporáneo. No asistimos hoy a
la pérdida de unos valores referenciales que daban razón de ser a una
"ciudad soñada", experiencia por lo demás repetida cuando se
"desplaza" hacia atrás la mirada para intentar comprender un
presente, en esa eterna búsqueda de un "punto de partida deseado".
Asistimos más bien a otra forma de leer, si se quiere,
las marcas citadinas, justamente porque sobre esas marcas se han escrito otros
procesos de semantización que nos colocan por lo contrario ante la exigencia de
analizar esos procesos de desterritorialización que ella nos presenta hoy y
describir en sus líneas e intersecciones, en sus recorridos y en sus rutas, en
sus interacciones, encrucijadas y centros, la polivalencia de las ciudades
imaginadas.
La ciudad y su escritura I
La relación entre el espacio primitivo de la ciudad y su constitución en el mundo simbólico de la palabra recorre un trayecto que termina dibujando un palimpsesto sobre la cáscara "salvaje " de los proyectos anteriores de la ciuda.
Italo
Calvino afirma:
"Los palimpsestos que componen estos escritos "salvajes"
superponiéndose a anteriores inscripciones oficiales de todo tipo tomadas como
simple superficie de apoyo, o entremezclándose debido a la intervención
sucesiva de militantes de grupos, se convierten aquí precozmente en objeto de
estudio con método casi paleográfico...la ciudad es siempre transmisión de
mensajes, es siempre discurso, pero una cosa es si este discurso debes interpretarlo tú, traducirlo tú en pensamientos y en palabras, y otra si estas
palabras te son impuestas sin escapatoria posible".
CALVINO,
Italo. La ciudad escrita: epígrafes y grafitis. En: Rev. CAMACOL. N.47.
Bogotá.1991.p
sábado, 5 de mayo de 2012
Tipografía en la Gran Ciudad
Según A. Chevrillón, para los prerrafaelistas "lo
esencial es el halo de
ensueño, de sentimiento,
de ideas, de
imaginación, el misterioso cortejo espiritual en torno al hecho de conciencia primitiva; porque esencial
e independientemente del hombre que contempla, corresponde al objeto, y está ligado a su
apariencia como el significado de
una palabra a la forma de
las letras que lo componen. Este significado y no esta forma, constituye el
ser, la realidad"
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